José Luis Pablos nos ofrece desde Palencia (España) estas fotos y comentarios que muestran el proceso de elaboración de un Yerbomatófono. 1. Se encinta con esparadrapo o cinta de carrocero una calabaza de mate. (Cuanto más grande sea, nos dará un sonido más grave) y se traza a “ojímetro” una línea con un rotulador de punta fina por su perímetro, lo más exactamente que se pueda. La cinta evitará que se raje el mate al cortar las dos mitades. (Fotos 1 y 2) 2. Se corta con una segueta (o sierra pequeña) y bastante cuidado, por la línea trazada hasta que se separen sin dificultad las 2 mitades. Es aconsejable hacer alguna marca en la cinta para que no perdamos la referencia de la posición exacta de ambas partes cuando estas se separen. (Foto 3, la madre que sujeta es opcional) 3. Sacamos las semillas del interior y procedemos a su raspado interior con un cuchillo de punta redondeada hasta que queden bien limpias. (Fotos 4, 5 y 6) 4. Con las dos partes bien confrontadas marcamos dos medias elipses que posteriormente debemos cortar para hacer el hueco de la entrada de aire. (Foto 7, cuidado en esta posición ya que se podría cortar algo más que el mate) 5. Con lijas de diferentes grosores de grano (3 tipos en este caso) lijamos cada parte del mate haciendo círculos sobre las hojas (efecto dar cera, pulir cera). Comenzaremos por la lija de grano más grueso, luego medio y finalmente de grano fino. Esta operación es una de las más delicadas y sólo estará acabada una vez que podamos mirar por dentro del mate puesto a contra luz y no se vea ninguna rendija. (Fotos 8 y 9) 6. Se comprueba que suena y se le coloca una cinta a cada lado del agujero de entrada para evitar que se descuadren ambas mitades. Las cintas no deben presionar demasiado ambas mitades para permitir la vibración. En este caso he colocado esparadrapo en tela blanco y está pintado con betún marrón (crema para zapatos) y un barnizado brillante. Si optas por barnizarlo es conveniente colocar un papel entre las dos partes del mate para evitar que estas se queden pegadas con el barniz. (Fotos 10 y 11) Nota: Mi agradecimiento a Hugo Domínguez que me confió su última calabaza de mate y me explicó todo el proceso.