Descripción: Este extraño instrumento (al que los Luthiers denominan simplemente “banquitos”) está constituido por un pequeño banco de madera que al sentarse sobre él emite un sonoro cornetazo de índole algo escatológico. Cada “banquito” emite una sola nota, o sea que se necesitan varios ejecutantes para tocar una simple melodía. Fueron construidos por Carlos Núñez y Héctor Isamu.
En la segunda gira por España fue suprimido de la obra el momento en el que se habla del Estado, justo la parte donde se usan los banquitos. Los españoles no pudieron disfrutar, por tanto, de este instrumento informal.