Lutherapia inició su temporada de sesionesCon el psicoanálisis y nuevas aventuras para Mastropiero como eje temático, se estrenó en Rosario el show número 33 del quinteto Les Luthiers, el más musical de los últimos tiempos.
Ya es una costumbre que el clan musical humorístico fundado por Gerardo Masana en 1967 estrene en Rosario, donde hace más de un mes que tienen las seis funciones agotadas de lo que han dado en llamar muy adecuadamente “Lutherapia”. El viernes, había ansiedad entre sus fanáticos, venidos de todas partes del país y del mundo, entre los que se encontraban españoles y venezolanos que viajaron especialmente para el nuevo show y, ciertamente, no quedaron defraudados, ya que al quinteto parece que no le pasan los años ni la vigencia, ni mucho menos su ingenio. Porque si bien hay ideas recicladas, las diez arias de este espectáculo tienen cada uno de los ingredientes por los que Les Luthiers son famosos internacionalmente. Con una sala rebozante de entusiasmo -el bello teatro de la Fundación Astengo-, Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich, psicoanalista y paciente respectivamente, se sentaron en el diván y comenzaron su rutina de extravagantes sesiones terapéuticas, cada una con su respectiva canción, las que funcionaron como recuerdos, alucinaciones, sueños o citas del paciente, quien en esta ficción está preparando una tesis sobre el músico Mastropiero -la ya mítica criatura creada por Mundstock en 1968 cuya vida se expande como un universo paralelo al grupo- llamada “Influencia de la semiótica musicológica en la obra de Johann Sebastian Mastropiero”. Con esta excusa argumental, armaron el más musical de los shows del quinteto en mucho tiempo estrenando, para beneplácito de los fanáticos, tres nuevos instrumentos: la exorcítara, en la obra "El día del final", un aparato sacado de la ciencia ficción bizarra; el delirante bolarmonio, en la obra "Rhapsody in balls", creado por pelotas, en un auténtico duelo con el piano que hizo estragos en el público, y el thonet, en "Pasión bucólica" -la canción ya fue presentada en el espectáculo "Humor dulce hogar" de 1985 - donde dos ancianas interpretadas por Carlos Núñez Cortés y Jorge Maronna ensayaban una obra utilizando distintos muebles de un living como tambores. Muchos espectadores se preguntaron por qué no hubo alguna alusión en el show al Negro Fontanarrosa, fallecido hace 13 meses y uno de los colaboradores habituales de Les Luthiers. Aunque no hubo una respuesta oficial, la vitalidad del quinteto estaba intacta y se notaban sus ganas de estrenar esta obra que a partir del 5 de setiembre llevarán al teatro Gran Rex de Buenos Aires hasta el 14 -su nueva casa luego de dejar después de 30 años el teatro Coliseo desde 2004- y dejaron suelta la idea de una mini gira por el interior del país que incluiría a Mendoza pero recién para 2009, ya que antes viajarán otra vez a España en noviembre, país donde ya tienen entradas agotadas en la mayoría de los auditorios en los que actuarán. "Lutherapia" incluyó títulos como la opereta medieval "El cruzado, El arcángel y la arpía", la galopa psicosomática "Dolores de mi vida", la marcha prenupcial "Las bodas del Rey Pólipo" y arrancaron auténticos desmanes y delirios con la cumbia epistemológica "Dilema de amor" y el exorcismo sinfónico coral "El día del final", sin duda los hits de este show. A esto se sumó, de regalo, un bonus track fuera del programa, la canción "Ya no te amo Raúl" con una cantante invitada que fue remplazada en género por Rabinovich y que hizo las delicias del final. Al igual que las dos últimas obras del quinteto “Los premios Mastropiero” de 2005 y la colección “40 Años de trayectoria”, este nuevo producto amalgama una muy visual mezcla de arte, virtuosismo formal y oficio musical que se va pareciendo cada vez más a un tratado filosófico, a un manifiesto estético, a una mirada de interpretar la realidad desde un costado donde tanto la estructura del lenguaje como la de los sonidos, juegan, se fusionan, chocan, forman otras figuras y se desarman a placer, simbiotizando un fuerte poder de identificación con sus seguidores históricos, los cuales pueden rastrear con facilidad cuatro décadas creativas sobre el escenario y seguir sorprendiendo para una nueva generación. Tras nueve discos, exitosos espectáculos y más de veinte premios, entre ellos la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica, la mayor condecoración a extranjeros que da el Gobierno español entregada hace un año atrás a Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés, Daniel Rabinovich, además de la gira de “Lutherapia”, les espera una segunda mitad de año que incluirá un programa para el canal educativo Encuentro, actualmente en etapa de preproducción. Pablo Pereyra (Publicado en www.losandes.com.ar el 24 de agosto de 2008) |