El sendero de Warren Sánchez |
Ficha de la versión | |
Obra | El sendero de Warren Sánchez |
Versión |
Vídeo "Viegésimo aniversario" |
Espectáculo |
Viegésimo aniversario |
Fecha | Jueves, 30 de marzo de 1989 |
Duración | 00:18:50 |
Marcos Mundstock: Hermanos, ya se acerca la fecha en que nuestro amado hermano principal Warren Sánchez ha de estar aquí con nosotros, apenas resuelva algunos asuntos que lo retienen en Miami. Para aquellos que todavía no lo sepan, Warren Sánchez es ni más ni menos el fundador de nuestra Secta. Y sí, dije secta, dije secta porque Warren mismo no se avergüenza de que a su congregación se la denomine secta. Y, ¿por qué? Porque antes ya fundó cinco, y esta es, por lo tanto, la secta. Y una vez más Warren Sánchez nos ha de traer la verdad, la solución a los problemas, la buena nueva. Y la buena nueva que nos traerá esta vez no es otra que su nueva esposa que está muuuuy buena.
Coro:
Prepárate hermano, pronto Warren vendrá
y con él volverá, volverá la esperanza
con él volverá, volverá la esperanza, volverá.
Marcos Mundstock: Y aunque todavía faltan algunos días, hermanos, ya podemos ir sintiendo cómo Warren Sánchez se aproxima hacia nosotros, ya podemos sentir su influencia. Hermanos, tomémonos todos de la mano y sintamos cómo Warren se acerca. Por ahí ya lo están sintiendo. Ustedes lo pueden sentir, yo lo puedo sentir, tú lo puedes sentir, tú lo puedes sentir, tú lo puedes sentir. (Jorge Maronna indica que no con la cabeza). Bueno, estas cosas pasan. ¿No sientes nada, hermano? A ver, concéntrate, piensa, trata de pensar en algo agradable, algo que te produzca mucha paz... No, eso no, guarro. Pero hermanos, esto tiene su explicación y yo se lo voy a demostrar con un ejemplo que figura en el libro "Warren tiene todas las respuestas", y que ustedes pueden adquirir en el puesto instalado en el hall del teatro, que en uno de sus párrafos dice: "Cierta vez Warren, mientras caminaba con alguno de sus seguidores encontró a un hombre joven dispuesto a quitarse la vida tendido sobre las vías del ferrocarril. Y habiéndole preguntado Warren "Desdichado, ¿qué haces ahí?", el joven contestole llorando "Mi novia me ha dejado". Y Warren díjole: "La verdad es que podía haberte dejado en otra parte". Luego, levantolo, aconsejolo, y consololo "¡Venga, Lolo!". Pero hermanos, esto mismo lo veremos mucho más claro todavía a través del siguiente testimonio:
Carlos Núñez Cortés: ¡Yo era un desgraciado! Vivía sufriendo, vivía amargado. No duraba en ningún empleo. Mi pobre mujer vivía quejándose, mis hijos me reclamaban más atención. Era lo que se dice un verdadero "hazme-llorar". Hasta que un día, un amigo, me prestó el disco de Warren Sánchez "buscando el sendero"...
Marcos Mundstock: Que ustedes pueden adquirir en el puesto instalado en el hall del teatro.
Carlos Núñez Cortés: Y desde ese día mi vida cambió: dejé de sufrir, dejé de amargarme, deje de trabajar, dejé a mi mujer, dejé a mis hijos...
Marcos Mundstock: Bueno, bueno, ya está bien hermano, suficiente. Muchas gracias por tu valiente testimonio. Hermanos, esto que acabamos de escuchar, no sólo es verídico, sino que además es cierto. Porque, no nos engañemos, hermanos, es muy fácil obrar mal y luego arrepentirse; lo difícil es arrepentirse primero y luego obrar mal. Muchas veces los hermanos me dicen: "Hermano, yo trato de arrepentirme, pero por más que trato no logro arrepentirme". Entonces yo les digo: "Únete a Warren, y tarde o temprano te arrepentirás". Hermanos, tenemos que iniciar una nueva vida. Y si quieres lograr una paz más profunda, acércate a Warren. Lograrás una humildad que te llenará de orgullo y soberbia. Llegarás a ser tan creyente, que no te lo podrás creer. Sálvese mejor con Warren, salvación garantizada. Si se muere y no se salva, le devolvemos su dinero.
Coro:
Únase a nosotros, con Warren.
Hay un centro Warren cerca de su hogar.
Marcos Mundstock: Lo que pasa hermano, es que vivimos demasiado preocupados, vivimos "oc-sesionados" por las cosas materiales, y nos olvidamos de lo más importante, nos olvidamos el espíritu. Por ejemplo hermanos, debemos recurrir más a menudo a la oración; muchas veces los hermanos me preguntan: "Pero hermano, pero ¿qué es la oración?". ¿Qué es la oración? Hermanos, la oración se compone básicamente de ruego y plegaria, pero la oración también se compone de súplica y fervor, pero la oración también se compone de sujeto y predicado. Y ¿por qué digo esto? Porque yo, por ejemplo nunca me he sentido mejor sujeto que cuando he predicado. Pero hermanos, tampoco debemos olvidar a la contemplación. Debemos acostumbrarnos a contemplar cada pequeño milagro de vida que nos rodea. Yo les pido por favor, la próxima vez que vayan de paseo reparen en todo lo que los rodea, reparen por ejemplo en ese gallo que canta sobre el tejado, reparen en esa gallina que se pasea con sus pollitos por el jardín, y sobre todo reparen la puerta del gallinero, que se están escapando los animales. Dime la verdad, hermano. ¿Cuánto hace que no te detienes a contemplar a las laboriosas hormiguitas? Sí, las hormiguitas, mientras transportan incansablemente hojitas, tallitos, semillitas, tal vez el pétalo de una flor. Dime la verdad, hermano, ¿te has detenido a pensar alguna vez que esa hormiguita es un ser viviente? Un ser irracional pero viviente, hermano... ¡Esa hormiguita está viva! ¡Hay que matarla! Pero sin duda hermano la virtud más importante del espíritu es el amor al prójimo.
Coro:
Dinos tus deseos
y entre todos te ayudaremos
Carlos Núñez Cortés: ¡Quiero paz!
Coro:
Si te unes a nosotros
todos juntos haremos la paz
Carlos Núñez Cortés: ¡Quiero el bien!
Coro:
Si te unes a nosotros
todos juntos haremos el bien.
Carlos Núñez Cortés: ¡Quiero amor!
Coro:
Si te unes a nosotros
todos juntos haremos el amor.
Marcos Mundstock: Un momentito, pero ¿qué es esto? Pero, pero, ¿qué es esto? Pero, ¿por qué no invitan? Eh... no, no, digo, ¿porqué no me evitan este tipo de malentendidos? Lo que pasa hermanos es que vivimos desorientados. Pero por suerte tenemos el libro "Warren tiene todas las respuestas", que ustedes pueden adquirir en el puesto instalado en el hall del teatro, que en otro de sus párrafos dice: "Habiéndosele presentado un pobre hombre presa de la confusión, y habiéndole preguntado a Warren "Hermano, ¿cuál es el verdadero sentido de la vida?", Warren respondióle: "¿el sentido de la vida? Te lo diré en tres palabras: YO QUÉ SÉ". ¿Qué nos quiso decir Warren con esto? Cuando le preguntan por el sentido de la vida Warren contesta "Yo qué sé". Analicemos la frase. La palabra "yo", ego, parece indicar egoísmo, soberbia, lo que pasa es que aquí Warren la utiliza por oposición, para indicarnos justamente lo contrario, o sea, la humildad. O sea, que queda bien en claro que aquí, cuando Warren está diciendo "yo" está diciendo "humildad". Pero Warren dice algo más, Warren dice "Yo que sé", o sea, "yo que sí sé". En resumen hermanos, Warren conoce el sentido de la vida pero, por humildad, no lo quiere decir. Y todo esto, y todo esto ¿para qué sirve? Hermanos, esto sirve para defendernos de las asechanzas del demonio.
(Se apagan las luces y suena el cascarudo)
Marcos Mundstock: Sí hermanos, hablemos por ejemplo de los juegos de azar, una de las trampas predilectas del maligno para perdernos. Dados, carreras, ruleta, y el colmo, la ruleta rusa, la tentación de Lucifer y su tradicional aliado el Marxismo. Pero hermano, si ya sabemos que ni los dados, ni las carreras ni la ruleta nos van a salvar. Entonces yo les digo: ya basta con eso, hermano, suficiente, basta, basta de apostar a falsas esperanzas. Con ese dinero vayan al puesto instalado en el hall del teatro y compren un billete de la "lotería mensual de Warren".
Coro:
Hagan economía, ahorren
con la lotería de Warren
Sánchez.
Marcos Mundstock: A esos yo les digo: escuchen esto y se convencerán.
Carlos Núñez Cortés: ¡Yo era un desgraciado!
Marcos Mundstock: No, no, hermano. El otro.
Carlos Núñez Cortés: ¡Yo era otro desgraciado! Una mañana desperté angustiado con una terrible opresión. Como si algo extraño se revolviera dentro de mí y me quemara las entrañas.
Marcos Mundstock: ¡Estaba poseído!
Carlos Núñez Cortés: No, no, no, es que había comido mucho.
Marcos Mundstock: No, está bien, hermano, es lo que yo digo: habías sucumbido a la gula.
Carlos Núñez Cortés: ¡Y además había comido mucho! Lo que pasa es que en aquel entonces yo sólo pensaba en comer, comer y comer. Lo único que me hacia olvidar por un instante las ganas de comer, era comer. Llegué a pesar 1600 kilos. Probé absolutamente de todo, sin resultado, hasta que un día un amigo me prestó el libro de Warren Sánchez "Las cien recetas místicas"...
Marcos Mundstock: Que ustedes pueden adquirir en el puesto instalado en el hall del teatro. Hermano, cuéntales a todos cómo te fue con el libro.
Carlos Núñez Cortés: Me lo comí.
Marcos Mundstock: Bueno, ya está bien, suficiente. Gracias, hermano, siéntate. Lo que pasa hermanos es que la gula, la gula no es la única de las asechanzas del demonio.
(Vuelven a apagarse las luces y suena otra vez el cascarudo)
Marcos Mundstock: Por ejemplo el sexo, ¿qué me dicen del sexo?
Coro: ¡Yeah! ¡Venga!
Marcos Mundstock: ¡Hermanos! Debemos evitar a toda costa la tentación de la carne.
Carlos Núñez Cortés: Lo que pasa es que las pastas engordan. Entonces, si uno come carne...
Marcos Mundstock: No, no. Me refiero al pecado.
Carlos Núñez Cortés: El pescado puede ser, porque no engorda.
Marcos Mundstock: Muchas veces el espíritu del mal se nos presenta bajo la forma de una mujer sensual y voluptuosa, y nunca falta el incauto que muerde el anzuelo.
Carlos Núñez Cortés: ¿Vieron, vieron que era el pescado? ¿No estoy diciendo yo que era el pescado?
Daniel Rabinovich: No, no, no. Pecado. Pecado, sin "z".
Marcos Mundstock: Aún así, aún así hay muchos que se creen muy vivos, porque se la pasan de aventura en aventura, fornicando sin ton ni son, a tontas y a locas.
Daniel Rabinovich: ¡Y... esas son las más fáciles!
Marcos Mundstock: ¡Lujuria!, ¡Concupiscencia!...
Jorge Maronna: ¿Con quién?
Marcos Mundstock: ¡Lascivia!
Carlos Núñez Cortés: Jeje, con la Silvia, jeje.
Marcos Mundstock: Cuidado hermano, porque esa mujer sensual y voluptuosa que nos hace perder la cabeza, no es otra cosa que Mefistófeles disfrazado.
Carlos Núñez Cortés: ¡Aaaah! ¡Estaba hablando de un travesti!
Marcos Mundstock: Pero hermanos, por un momento olvidémonos del sexo...
Coro: No, no, no...
Daniel Rabinovich: No, dijo por un momento, despues sigue.
Marcos Mundstock: Y siguiendo con las asechanzas del demonio, no podemos...
(Vuelve a sonar el cascarudo)
Marcos Mundstock: Bueno, hermano, es muy bonito ese diablito, pero ya es suficiente por hoy. Ya, muchas gracias, ya estuvo bien. Está bien pero ya basta por hoy. Decía, y siguiendo con las asechanzas de... (Se apagan las luces para dar paso una vez más al cascarudo) ...de Belcebú...
Daniel Rabinovich: ¿Quién?
Marcos Mundstock: Belcebú. Belcebú, Lucifer, Luzbel, Mefistófeles, Satanás...
Daniel Rabinovich: ¿Maradona no juega?
Marcos Mundstock: No podemos dejar de mencionar, decía, antes de terminar, el flagelo de las drogas. Yo pregunto, yo pregunto ¡Y quiero que alguien me conteste!...
Carlos Núñez Cortés: ¡Yo era un desgraciado!
Marcos Mundstock: No, no... ¡Y quiero que alguien me conteste! ¿Quién es el depravado, capaz de venderle drogas a los jóvenes? ¿Quién es el malparido? ¿Quién es el cabrón? Y perdonen hermanos por la palabra que voy a utilizar, ¿quién es el individuo capaz de venderles drogas a los jóvenes? ¿y dónde se las vende?
Coro: ¡En el puesto instalado en el hall del teatro!
Marcos Mundstock: Y claro, no faltan los débiles que dicen: "y, yo sólo quiero probar". Y prueban esto, prueban aquello... Aprendan de Warren, que nunca le han podido probar nada. Pero ahora, alegrémonos hermanos porque Warren Sánchez pronto estará con nosotros.
Coro:
Prepárate hermano,
pronto Warren vendrá...
Marcos Mundstock: Y si no ha venido todavía es porque hay algo que lo retiene en Miami, y ese algo es el F.B.I.
Coro:
Pronto Warren vendrá, y con él volverá
volverá la esperanza, la esperanza.
Su mensaje es de paz, de fe y libertad
de fe y libertad, libertad... bajo fianza.