La yegua mía
(Espectáculo "Viejos fracasos")

Marcos Mundstock: El guerrero y payador Carolino Fuentes era diestro con la lanza y siniestro con la guitarra. Durante las luchas civiles, Fuentes comandó un batallón de lanceros, auspiciado por la corona británica para ser contratado alternativamente por unitarios y federales. Se llamaban los "Free Lancers", y eran famosos por sus ponchos reversibles. Cierta vez, un extraño emisario le ofreció a Carolino Fuentes una bolsa de libras esterlinas para que destruyera al comandante de los "Free Lancers", que en realidad era el mismo Fuentes. Éste sin embargo, ávido de dinero, aceptó el pacto y se tendió él mismo una emboscada. La planeó con sumo cuidado, ya que se sabía despierto y muy ladino. Una fría mañana de agosto, cabalgando sobre un puente que él mismo había serruchado, al oír el crujido de las maderas que se derrumbaban gritó: -“¡Ahijuna, no me saldré con la mía!”. Pese a lo cual, cayó en poder de sus propios hombres. Por suerte, él estaba ahí y se perdonó la vida. Carolino Fuentes es autor de muchas vidalitas, cielitos, triunfos... triunfitos. ¡Jeje, claro! Les Luthiers interpretarán a continuación precisamente un triunfo de Carolino Fuentes, el titulado "La Yegua mía".


Núñez y Rabinovich:
Este triunfo le canto con alegría
porque me quiere tanto la yegua mía.

Carlos Núñez Cortés: La yegua mía
Daniel Rabinovich: Mía
Carlos Núñez Cortés: No, no, era mía la yegua
Daniel Rabinovich: Mía
Carlos Núñez Cortés: Era mía

Núñez y Rabinovich:
Porque me quiere tanto y lo demuestra,
que viva la yegua nuestra.

Desde que era potranca salvaje y franca,
relinchando se alegra mi yegua blanca-negra.

Carlos Núñez Cortés: Negra, Daniel
Daniel Rabinovich: Blanca
Carlos Núñez Cortés: Era negra, Daniel
Daniel Rabinovich: Se habrá ensuciado

Núñez y Rabinovich:
Desde que era potranca franca y feliz,
que viva la yegua gris.

Jorge Maronna: ¡Bueno!

Núñez y Rabinovich:
Hemos cantado un triunfo con mil placeres
para bien de los hombres...

Carlos Núñez Cortés: ...de las mujeres

Daniel Rabinovich: Qué digo de las mujeres.

Carlos Núñez Cortés: ¿Y qué podés decir de las mujeres? ¡Jo jo! Que son querendonas, rechupaditas, la alegría del hogar...

Daniel Rabinovich: No, es la letra del triunfo...

Jorge Maronna: Venga mano, compañero. Relaciones.

Daniel Rabinovich: ¿Aquí?

Ernesto Acher: ¡Aro aro!
Dicen que en mis pagos no hay árboles ni flores,
y dicen que en mis pagos no hay ríos ni quebradas.
No lo dicen por envidia, lo dicen porque no hay nada.

Carlos Núñez Cortés: No soy cantor, no soy poeta...

Jorge Maronna: Aro aro.
Quien canta su propio canto
no canta como cantando.
Cuánto encanto tiene el canto
cuando el que canta no canta.
El cantor, cante o no cante,
siempre canta sus cantares.
No canta quien cantar quiere
sino quien canta su canto.
A mí el cantar no me asusta,
no canto cantos cantados
ni cantares canturreados.
No canto... pues no me gusta.

Carlos Núñez Cortés: No soy cantor, no soy poeta...

Daniel Rabinovich: ¡Aro aro, che!
El sábado pasado me tuve que venir volando de la chacra porque en la Parroquia “Nuestra Señora de Talcaguano” se casó el menor de los Casares Westinghouse...

Jorge Maronna: ¿Y la relación?

Daniel Rabinovich: Primo de mi mujer, ¿viste?

Carlos Núñez Cortés: No soy cantor, no soy poeta...

Marcos Mundstock: ¡Aaaaaaaaaaaro aro!
Nunca me he de olvidar
lo que pasó aquella noche...

Carlos Núñez Cortés: No soy cantor, no soy poeta...

Carlos López Puccio: Aro aro.
A la mulata Martina la miran con disimulo
porque en las fiestas del pueblo, se deja tocar el...
lalalá lalalá lalá lala lala...
¡El culo!

Carlos Núñez Cortés: ¡¡Aro!!
No soy cantor, no. No soy poeta, no.
Soy mecánico dental.

(Prosigue la música del triunfo)

Núñez y Rabinovich:
Qué vida placentera y a mi manera,
cuando solo me encuentro bien campo afuera-adentro.

Carlos Núñez Cortés: Adentro
Daniel Rabinovich: Camp afuera
Carlos Núñez Cortés: Campo adentro
Daniel Rabinovich: Campo afuera
Carlos Núñez Cortés: Adentro, Daniel

Núñez y Rabinovich:
Qué vida placentera cuando uno va
al campo por la mitad.

Si me dan un encargo pesado y largo,
nada hay que más me impulse que un mate dulce-amargo.

Daniel Rabinovich: Amargo
Carlos Núñez Cortés: Dulce, Daniel
Daniel Rabinovich: Amargo
Carlos Núñez Cortés: Es horripilante un mate amargo
Daniel Rabinovich: Amargo... ¿Con sacarina?
Carlos Núñez Cortés: No, Daniel, no

Núñez y Rabinovich:
Nada hay que más me impulse y me aproveche
que digo que un te con leche.

Jorge Maronna: ¡Bueno!

Núñez y Rabinovich:
Hemos cantado a dúo los dos bien juntos;
de yegua, campo y mate es este triunfo,
que digo que fue un empate.