En el libro de Daniel Samper Les Luthiers de la L a la S (edición 1991) aparecen un Diccionario y un Glosario propios de Les Luthiers. A continuación ofrecemos ambas recopilaciones de palabras.
Diccionario de Les Luthiers:
("Les Luthiers de la A a la Z", publicado por la revista Claudia en octubre de 1980)
Les pedimos a Les Luthiers que pergeñaran su diccionario personal. Como siempre, se trata de elegir una palabra por cada letra del alfabeto y de darles a todas significado a gusto y capricho.
Arpa: Instrumento popular entre los ángeles y San Francisco.
Bach, Beethoven, Brahms: Baldosa.
Cello: Ver "Violoncello".
Director: Persona que, colocada en una tarima frente a una orquesta, responde al estímulo de la música agitando sus brazos.
Erke, Juan Carlos: Integrante del trío folklórico Erke, Charango y Bombo.
Flauta de pan: También llamada pan flauta // Bartolo tenía una (con un agujerito solo).
Gallo: Ave de corral que anida en las cuerdas vocales de algunos cantantes.
Hernia (de disco): Lesión producida en el organismo por el excesivo consumo de música disco.
Instrumentos: Los hay musicales y/o de tortura.
Jota: Letra que se baila en Aragón.
Korsakoff: El que le hacía los arreglos a Rimsky.
Luthier: Señor de smoking que realiza espectáculos de música-humor valiéndose de instrumentos informales fabricados por él mismo. Por extensión: artesano que construye o repara instrumentos musicales.
Llamador: Instrumento de percusión muy entrador (en general con forma de manito).
Mastropiero: Compositor nacido un 7 de febrero. Los estudiosos discrepan acerca del año de su nacimiento y aun del siglo. Respecto de su origen, varios países se disputan su nacimiento, sin que hasta ahora ninguno se haya resignado a aceptarlo.
Notas: Las siete maravillas del mundo de la música.
Ñacate: Sonido producido por la rotura de cualquiera de las cuerdas del violín.
Oído: Órgano de la audición que permite, por ejemplo, la audición de un órgano.
Plagio: Fuente de inspiración.
Quena: Instrumento que los coyas atribuyen a los incas, los porteños a los coyas y algunos europeos a los brasileños.
Radio: Medio de comunicación que podría haber servido para la difusión de buena música.
Silencio: Ausencia momentánea de sonido. En algunos compositores, ausencia definitiva de oyentes.
Trompa: En las orquestas típicas, el ñorse que garpa.
Ut: En los crucigramas, antiguo nombre de la nota "do".
Violoncello: Ver "cello".
Watt: Woliche para ir a wailar.
Xilófono: Instrumento musical empleado en la educación infantil para alejar a los niños de la música.
Yaravi: Primera persona del singular del pretérito indefinido del verbo yaraver.
Zampoña: Instrumento musical venenoso.
Glosario de Les Luthiers:
(Palabras que Les Luthiers utilizan internamente en el grupo)
Agogor: Cuando ya son suficientes los bises y conviene poner fin a la función. Por extensión, se escucha en voz baja en el escenario cuando el público se muestra poco receptivo. Procede de la expresión "a cortar", que se pronunciaba como propuesta de finalización de función. Para hacer la frase inaudible a la platea, se pronunciaba en forma gutural: "a gortar". De ahí derivó, finalmente, a su actual forma: "agogor".
Cóndores: Cuando una improvisación no despertaba ninguna respuesta (ver Mosquito), el efecto de losa funeral en el público se designaba con el nombre de esta ave rapaz andina, aún mayor que un mosquito... Muy pronto alguno de los músicos filtraba los primeros compases de "El condor pasa" en la pieza que estuvieran interpretando. Se ha abandonado ya en buena medida esta bárbara costumbre.
Chejov: Escena de violencia o slapstick en la que alguien sufre algún aparatoso percance, tal como quemarse la mano (Rabinovich en "El poeta y el eco"), agarrarse un dedo con algún instrumento (otra vez Rabinovich en varias obras) o estar a punto de morir asfixiado en un chaleco salvavidas (López Puccio en "Fly Airways"). Bautizado así en oblicuo homenaje al escritor ruso que fue maestro de sutileza.
Fuelle: Compases anodinos cuya razón de ser es permitir la risa o el aplauso del público sin que el delicioso sonido del triunfo impida escuchar la continuación de la pieza.
Cholulo: Admirador fanático de admirable erudición. Es palabra corriente en la Argentina. Su etimología procede de un personaje de historieta llamado Cholula, que era loca por los astros.
Mosquito: En viejos tiempos del grupo, comentario de reprobación ante alguna improvisación que hallaba mínimo eco entre el público. Se expresaba generalmente con un zumbido sordo y su nombre provenía del fracaso de la pieza "El vuelo del moscardón", presentada por primera y única vez en 1973. (Ver también Cóndores)
Müller: Equivale a un llamado para entrar al escenario. Proviene de la ópera rusa "El zar y un puñado de aristócratas", obra precedida de un largo texto que Mundstock leía solo en el escenario mientras sus compañeros aprovechaban para tomar un descanso entre bambalinas. Todos sabían que el momento de entrar estaba próximo cuando Mundstock mencionaba a alguien de apellido Müller, de donde esta palabra quedó como anuncio de presentación en escena.
Telgopor: Se menciona la marca argentina del isopor o poliuretano cuando uno de los personajes entra a escena sin percatarse, supuestamente, de la presencia del público; al reparar en él, porque su compañero se lo indica, suele acusar la sorpresa congelando la expresión y exponiendo una sonrisa artificial y yerta. Como de Telgopor.