Serenata medio oriental |
Ficha de la versión | |
Obra | Serenata medio oriental |
Versión |
Vídeo "Grandes Hitos" |
Espectáculo |
Les Luthiers, grandes hitos |
Fecha | Miércoles, 29 de marzo de 1995 |
Duración |
00:02:20 (Introducción) 00:02:10 (Obra) |
(Marcos se dispone a leer la introducción de la obra, pero Carlos Núñez anda curioseando por el escenario y se acerca al cascarudo, instrumento informal protagonista de la obra anterior, "El sendero de Warren Sánchez". Sin poder contener su curiosidad, hace sonar el cascarudo y ya más tranquilo sale de escena)
Marcos Mundstock: El célebre compositor Johann Sebastián Mastropiero,
en busca de inspiración realizó un viaje al Oriente Medio, a las calurosas regiones de
“Uf Al-Sudar”. Allí, una leve indisposición del jeque
motivó que Mastropiero fuera recibido por Abdul, el anciano Imán de la
mezquita principal. El Imán Abdul se presentó ante Mastropiero y le dijo:
“Maestro, hoy yo seré su anfitrión porque a mi jefe el jeque lo aqueja
la jaqueca”. El Imán Abdul poseía una personalidad magnética,
como todos los imanes. Según le explicó a Mastropiero, los musulmanes
más fanáticos eran llamados “Muy-sulmanes”; y por el contrario
los que sólo cumplían en parte los preceptos de Mahoma eran
“Ma-o-menos”. También le contó que los beduinos provenían
algunos de ciertos oasis poblados y otros de ciertos desiertos desiertos. Mastropiero se
despidió de Abdul y se dirigió al encuentro de una tribu de beduinos con los
que convivió durante varias semanas. Los miembros de la tribu eran nómades por
partida doble; eran nómades porque deambulaban sin residencia fija y porque eran
no más de... cincuenta o sesenta beduinos. En dicha tribu…
Cincuenta y tres, cincuenta y cuatro… no, lo ponen así para dar una idea aproximada,
no hace falta saber exactamente la cifra… ¡Ah, no,
porque…! Je, je, no tiene sentido… Es un texto, digamos, descriptivo, no es
una cosa estadística… Está bien, es lógico, digo, por si se
muere alguno, nace uno nuevo, nunca saben el número exacto, no van a andar diciendo
una cosa que no… cincuenta y cinco… En dicha tribu se disputaban el mando dos
jeques hermanos: Mohamed, el grande y Nomemohes, chico. El jeque Nomemohes estaba por
contraer enlace y le encargó a Mastropiero la obra que escucharemos a
continuación: la serenata que cantó el novio la víspera de la
boda.
Daniel Rabinovich:
Mañana por fin estaremos casados.
Será nuestra vida un lecho de rosas,
pues Alá protege a los enamorados,
y yo os amo, mis veinte futuras esposas.
Os amo, os amo, mujeres de mi harén.
Zoraida, Sherezade, Zobeida, Farah, Zimrut,
Rosa, Zulma, Dalila, Zaida, Jazmin, Fátima,
Mora, Farisad, Marien, Amina, Zuleica, Axa, Dunia, Zoe
y María Angélica.
Viviremos apasionadamente,
nuestra vida será un edén.
Seré fiel eternamente,
nunca os engañaré...
con otro harén.
Y ahora os tengo que dejar;
mañana será nuestra noche de bodas
y me tengo que preparar.
Cuando mañana la noche salude
no habrá en nuestro lecho pesar ni fatiga.
Cuando mi cuerpo a los vuestros se anude,
seremos felices. Que Alá os bendiga,
¡Y que Alá me ayude!