IMYLOH (I Musicisti y las óperas históricas) |
Ficha de la versión | |
Obra | IMYLOH (I Musicisti y las óperas históricas) |
Versión |
Espectáculo "IMYLOH" |
Fecha | Julio de 1967 |
Duración | 01:10:00 |
(En escena, el luthier Amati da los últimos toques a un cello que acaba de construir)
Relator (en off): La escena en Cremona, cerca del río Po. Taller de Nicolás Amati, renombrado luthier de la época. Ha pasado un año. El anciano Nicolás trabaja aparentemente como siempre, sin embargo, una honda pena lo aflige, Rafaello, su hijo adoptivo, ha hecho abandono del hogar paterno al enterarse, por boca de una vieja criada, de que Amati no es su padre. El desdichado anciano ignora que la criada ha dicho algo más, que Rafaello siendo niño aún fue robado y abandonado en la puerta de un convento de Dominicos y que su padre verdadero, ni murió ni fue guerrero, como le habían hecho creer. Las cavilaciones de Amati son interrumpidas por la alegre y despreocupada entrada de su aprendiz, quien con el tiempo llegaría a ser Antonio Stradivarius.
(Entra Stradivarius y se pone a serruchar unos trozos de madera. Amati, molesto, se aparta y comienza a tocar el contrachitarrone da gamba. Stradivarius, al oírlo, se une a él y toca con el serrucho. Ambos interpretan a dúo el vals “Sobre las Olas”)
Relator (en off): En la corte de Francisco I de Francia los obsecuentes cortesanos observan las airadas reacciones del monarca con cierta preocupación. La ira del rey tiene motivo: ha perdido la batalla de Pavía frente a Carlos I de España, quinto de Alemania, y se apresta a no cumplir el tratado por medio del cual recuperó su libertad. Además, le preocupa la suerte de su heredero, quien con el tiempo llegaría a ser Enrique II, que no solamente habría de morir por accidente en un torneo, sino que también casaríase con Catalina de Médicis. Por si todo esto fuera poco, han llegado noticias al rey de que un peregrino desconocido, quien dice proceder de Cremona, ronda desde hace varios días la corte, con intenciones poco claras.
(La orquesta ataca la Obertura. En medio, reclinado, se halla Francisco I)
Francisco I:
El rey está enojado y muy furioso
el rey está aquí... el rey soy yo
¡Dios mío!, qué rey tan furioso soy
Pateo en el suelo, me tiro los dientes
me muerdo los codos
¡Dios mío!, qué rey tan furioso, yo
oh tan furioso yo.
Relator (en off): En toda Sevilla se murmura que el peregrino de Flandes, que desde hace un tiempo ronda las calles bajas de la ciudad, oculta sus intenciones y hasta miente respecto de su origen. Un misterioso gitano ha predicho que algo extraño ha de acontecer en Sevilla, en consecuencia, no sería nada raro que el peregrino fuera Rafaello de Cremona, y que su gran sombrero fuera una prenda a la vez sobria y elegante para disimular su verdadera identidad. En el castillo del Conde Salvador nadie presta oídos a tales habladurías. La Condesa Antonina observa la tormenta que se avecina y se sume en triste recuerdos. Evoca la noche en que un pirata intentó seducirla y el terror la estremece. Luego, el deshonor y un hijo, fruto de esa unión perversa, y el pirata que huyó riendo y el hijo que le fue robado y el Conde generoso que se unió a ella olvidando su pasado. Solo el recuerdo del hijo perdido empaña la felicidad de la Condesa junto a su esposo y a Bonifacio,hijo de ambos, legítimo. Rosendo, enigmático servidor del Conde, aparentemente fiel, con el pretexto de servir a la Condesa vigila los movimientos de ésta.
(Entra Rosendo y echa una rápida mirada a los personajes, luego hace mutis)
Antonina: La tempestá é vicina... é vero.
(Cruza la escena un rayo de utilería, sostenido por uno de los músicos)
Antonina:
¡Caracoles! ...domani no avrá sole.
¡Ah!, povera Antonina, ¡ah!, povera Antonina
Ricordo quella notte
en que fui disonorata
per uno crudel pirata
y desde entonces tremo de pavor.
Nada sé del figlio amato
si está vivo o ben si é morto
si es alto, o bien si es corto
si es nariguto... o ñato.
Él pensará en sua madre
quella que lo ha parito
piangendo el pobrecito
despedazato il cuor
Ay, mamá, que noche aquella
en que al mondo me lanzaste
mas no fue culpa mía
fue culpa de un pirata
e dopo el gran canalla
ridendo, ridendo, se rajó
oh, oh, ridendo se rajó
(Entra el Conde Salvador)
Salvador:
Esposa mia amata
¿que fate qui sentata?
Antonina: nata
Salvador:
Rispóndeme, parlate
y calma mia ansietate
Antonina: ¡Andate!
Salvador:
Tanto dolor rivela il tuo sembiante
que ya non voglio que me parli más
lo indovino al vederti por delante
lo capisco al vederti por detrás
Los dos:
Por detrás, por detrás
entran las palomas en el palomar
¡Ay, ay, ay! ¡Ay, ay, ay!
desde aquí las veo repichonear.
(Suenan golpes a la puerta del castillo)
Los dos:
Chito, silenzio
la porta ha suonato
chito, silenzio
perché suonará
Será algún caminante
que se quiere albergar
Será algún caminante
que se quiere albergar
(Entra Bonifacio)
Bonifacio: ¡Padre mío!
Salvador: ¡Oh!, ¿qui viene?
Antonina: Es tuo figlio, nostro nene.
Bonifacio: A la porta del castello hay un uom con gran capello.
Lo ha sorprenduto una tormenta
el se ha perdutto y se lamenta
el poveretto pide pasare
e un colchonzino per dormitare
Antonina: Noi siamo hospitalari
Bonifacio: Andate
Salvador: ¡Adelante!
Tu le farai, le honori a questo uomo,
io tengo que facer y me las tomo.
Relator (en off): Francisco I pasa por un período depresivo, ya ni siquiera las batallas que pierde logran despetarlo de su apatía. Rafaello de Cremona dejó de rondar la corte hace ya mucho tiempoy los esbirros que el rey envió en su seguimiento, pronto lo perdieron de vista, aunque sospechan que partió hacia Sevilla. El monarca cree recordar que Rafaello es un agente secreto a su servicio, pero ni él mismo se atrevería a asegurarlo. Se aburre e increpa a sus cortesanos, los insta a que vayan en busca de entretenimientos que disipen su tedio.
Francisco I:
Hace un mes que ya no juego
que no juego al ajedrez
ni siquiera aguanto el ludo
ni tolero el ta-te-ti
Oh, infames cortesanos, para qué servís
si entretenimientos no me conseguís
CORO:
Compañeros nos conviene
ir a buscarle algo al rey
algo para divertirlo...
Francisco I:
... para qué servís
Dios mío, Dios mío, que rey tan furioso
tan furioso yo, tan furioso yo.
Relator(en vivo): Mientras tanto en Grecia, el filósofo Thales de Mileto es consagrado por la Sociedad de las Ciencias uno de los siete sabios por sus inapreciables contribuciones a la Física, la Astronomía y la Geometría. (Entran Thales y sus discípulos)
Al enterarse Francisco Iº, trata inmediatamente de lograr sus servicios, prosiguiendo sus tareas de investigación en la corte de Francia, pero Thales rehúsa; prosigue intensamente sus estudios y tras ardua elaboración da a conocer su teorema más conocido, aquel que reza: “si tres o más paralelas son cortadas por dos transversales...”
CORO:
Si tres o más paralelas,
si tres o más parale-le-le-las
Si tres o más paralelas,
si tres o más parale-le-le-las
Son cortadas, son cortadas
por dos transversales, dos transversales
Si tres o más parale-le-le-las
Son cortadas, son cortadas
por dos transversales, dos transversales
Dos segmentos de una de estas,
dos segmentos cualesquiera
Dos segmentos de una de estas
son proporcionales
a los dos segmentos correspondientes de la otra.
Hipótesis
a paralela a b,
b paralela a c,
a paralela a b, paralela a c, paralela a d
OP es a PQ
MN es a NT
OP es a PQ como MN es a NT
a paralela a b,
b paralela a c
OP es a PQ como MN es a NT
La bisectriz yo trazaré
y a cuatro planos intersectaré
Una igualdad yo encontraré:
OP más PQ es igual a ST
Usaré la hipotenusa
Ay no te compliques, nadie la usa
Trazaré, pues, un cateto
Yo no me meto, yo no me meto.
Triángulo, tetrágono, pentágono, hexágono,
heptágono, octógono, son todos polígonos
Seno, coseno, tangente y secante,
y la cosecante, y la cotangente
Thales, Thales de Mileto
Thales, Thales de Mileto
Que es lo que queríamos demostrar.
Quesque loque loque queri queri amos
demos demos demostrar
Relator (en off): Antonina se apresta a brindar una hospitalaria recepción al peregrino que acaba de entrar. A su noble corazón poco importa que sea de Flandes o de Cremona, o que esté o no al servicio de la corte de Francia. Lo único que tiene presente es que sorprendido por la tormenta el peregrino busca albergue y allí está ella para dárselo. No se imagina, la desdichada, los episodios que se desencadenarán a partir de ese momento en su propio castillo.
El Conde se ha retirado para preparar cierta excursión, sobre la que guarda absoluto secreto. Bonifacio, su hijo, deambula ensimismado por los salones del castillo. Rosendo, realiza una de sus enigmáticas visitas a la mazmorra. Antonina y el peregrino están frente a frente, a solas.
Antonina: Pasad sin complimenti
Rafaello: Io sono muy decenti
Antonina: Asiento poi tomate
Rafaello: Mi piace in la ensalata
Antonina: Explicate
Rafaello: Mi piace in la ensalata
Antonina:
Cual encanto com’é bello
e sua voce peregrina
al veder su gran capello
sua carpeta se indovina
Rafaello:
Es un angel tutelare
cual mia madre lo sará
Antonina: ¡Qué ventura!
Rafaello:
¡Qué piacere!
Si me viera mi mamá
Antonina: Si lo viera su mamá
Los dos:
Si me viera mi (su) mamá
Mamá, mamá, mamá
Antonina:
Giovinotto disgraziato
¿a tu madre hai conosciuto?
Rafaello:
No signora, fui robati
e per questo soy perduto
Antonina:
¡Ah!... mio figlio, cual sospetto
questo e providenciali
¿Tu non hai una señali?
Rafaello: Tres pelitos en el petto
Antonina: ¿Tres pelitos?
Rafaello: Tres pelitos
Los dos:
los tres pelitos del pecho
la señal, eran la señal, eran la señal.
Antonina: ¡Tu sei mio figlio!
Rafaello:
¡E voi mia madre!
Diteme ahora qual fue il mio padre
Antonina:
Il fue un pirata
que en mio castello
metió la pata
Los dos: ... metió la pata
Al fin te trovo (me trovas)
tu abraccio espero
y sin sombrero
io t’ameró
io t’ameró
Rafaello: ¡mamma!
Antonina: ¡figlio!
(Los dos se confunden en un abrazo y en ese momento entra Bonifacio, quien los sorprende)
Bonifacio: ¡Que vedo!
Relator (en off): El luthier Nicolás Amati se encuentra al borde de la desesperación. Desde que su querido Rafaello abandonó Cremona, solo ha recibido vagas noticias sobre su paradero. Algunos aseguran haberlo visto en la corte de Francisco I, pero otros niegan la versión y creen, en cambio, que merodea por los alrededores de Sevilla. El anciano sufre como una madre y de nada valen las atenciones de su aprendiz, ahora convertido en apuesto mancebo. Stradivarius es el luthier de moda. La nobleza europea se lo disputa y las distintas casas reales rivalizan por contar con su presencia. Al regreso de su última gira, Stradivarius, quien venera a su maestro Amati, recomienda a éste los servicios de un extraño profesor que está haciendo furor en Viena y dice curar los males del alma. El anciano vacila, más por fin se decide, recurrirá a él. Su nombre: Segismundo Freud.
(Se oye el preludio a la fuga en Do Mayor de Bach)
Relator (en off): Al mismo tiempo, los serviles cortesanos de Francisco I, enterados ya del portento, planean raptar al profesor Freud para que, de buen o mal grado, se encargue de las angustias del monarca. El profesor, ajeno a todo esto, dicta en Viena una clase magistral, ignorando el peligro que lo acecha.
S. Freud: El tema que trataremos a continuación es un tanto complejo. Se trata de un caso de neurosis profunda y su curación por el psicoanálisis, habiéndose utilizado, como medio de diagnóstico, una obra... un vals, compuesta por el paciente. No obstante haberse dicho de esta composición que no resiste el menor análisis, nosotros lo analizaremos cuidadosamente, con lo que probaremos dos cosas: la primera, que resiste perfectamente un análisis, pues no cambia en lo más mínimo aunque se lo analice muchas veces. Yo mismo he probado analizarlo hasta ocho veces seguidas... y siempre quedó igual. La segunda cosa que probaremos... no la puedo decir en este momento porque se me extravió el papel... pero era también algo muy interesante. Analicemos entonces este, en apariencia, inocente vals.
(Se oye nuevamente la fuga anterior)
S. Freud: Como ustedes habrán podido apreciar, el paciente fuertemente reprimido, ocultó de modo inconsciente el carácter francamente bailable de esta obra. Ese tema tan característico: “la ra ra rá”, que aparece en una parte de un compás no deja lugar a dudas. Bien, ahora analicemos la partitura.
(Se proyecta sobre el fondo del escenario la partitura escrita. Freud va ahora señalando con un puntero sobre la partitura)
S. Freud: Se nota en primer lugar la falta de la armadura de clave. La interpretación psicoanalítica de este hecho es que el autor, psíquicamente desarmado para enfrentar la vida, no arma tampoco la clave. Estamos en presencia de una regresión. De una regresión y de una represión, ya que el autor se ha sentido inhibído de colocar ante la clave que, como su nombre lo indíca, es la clave de la existencia: ¡el sexo!, se ha sentido inhibido de colocar ni sostenidos ni bemoles ni ninguna otra alteración. Si las colocó en cambio ante algunas notas. ¡Más no ante todas! Esto revela una falta de consecuencia, un carácter oscilante, ciclotímico. Carácter que por otra parte se advierte al considerar las figuras de nota. En espantosa confusión ha colocado corcheas con semicorcheas, sonidos con silencios, todo en una gran promiscuidad. Se advierte una falta total de lógica y de orden. Evidentemente se trata de la obra de un paranoico.
Considerando ahora los intervalos, la distancia entre notas, se observa inmediatamente un gran abuso del intervalo de segunda, notas juntas. Psíquicamente esto revela un deseo inconfesado de no moverse, de quedarse junto a la nota primitiva, o sea junto a la madre. Esto revela un complejo de Edipo. Estos grandes saltos confirman el diagnóstico, ya que aquí se trata de un mecanismo de compensación.
El tratamiento seguido en este caso consistió en una larga serie de sesiones, al cabo de las cuales el paciente mejoró una barbaridad. Como ilustración podrán escuchar el vals, tal como era en su comienzo, y luego el mismo tal como lo reelaboró el paciente luego del tratamiento.
(Se oye ahora el mismo preludio pero tocado en piano en ritmo de vals)
S. Freud: Este ejemplo, y otros muchos, muestran como la psicoanálisis sirve para un montón de cosas.
Relator (en off): Un oscuro personaje que luego tendrá una importancia decisiva en el desenlace de la tragedia, que lentamente va urdiendo su trama, es elegido por los cortesanos de Francisco I, para raptar al profesor Freud. Su verdadero origen es Flandes, aunque su niñez transcurrió en Cremona. Ha debido huir de Sevilla por cierta cuenta pendiente con el Juez de paz, quien lo persigue tenazmente. (El Oscuro Personaje atraviesa la escena) El Conde Salvador no es del todo ajeno al asunto, pero mantiene una sospechosa amistad con el magistrado. El Conde y el Juez han sido vistos en compañía de un extraño corsario... negro él, quien hace frecuentes viajes en su bergantín pirata, entre Cremona y Flandes, con escala en Marsella, entrevistas a las cuales el Conde concurre acompañado por Rosendo, su fiel y enigmático servidor. A todo esto, el Oscuro Personaje, a quien buscan los cortesanos de Francisco I, deambula secretamente por las tortuosas callejuelas de una sórdida ciudad virreinal de las Indias Occidentales.
(La orquesta ataca un tango)
Oscuro Personaje:
El malevo en el suburbio
con la daga entre los dientes
mama mía que disturbio
pasa allí enfrente
¿que será ?
¿que pasará ?
¿que pasará ?
Relator (en off): Bonifacio ha sorprendido a su madre y al peregrino en equívoca situación. Inmediatamente sospecha lo peor, es lo que pasa siempre. Le bullen en la sangre contradictorios impulsos de venganza y piedad, odio y misericordia. Frente a él, lo que cree el honor mancillado de su casa, su familia, su padre todo. En un instante desfilan ante su atribulada mente los días felices de su niñez, cuando su padre, el Conde Salvador, lo llevaba a navegar por el Guadalquivir y él se mojaba contento los pies; cuando su madre, a la que él cree en pecado, vigilaba amantísima sus lecciones de clavicordio. Inmediatamente compadece a su padre, el Conde, quien sin sospechar nada prepara su excursión secreta al servicio de, sabe Dios, qué noble causa. Siente que el instante en que sorprendió la terrible escena marcó la ruptura definitiva en su alma, de algo.
Bonifacio:
¡Qué vedo! Está abraciato
Sacá los pies del plato
Rafaello: Un altro
Antonina: Cierra el pico que questo é l’altro chico.
Bonifacio:
Si mio padre videra lo que yo he visto
Una en casa se armaba de Dios es Cristo
Subito darmi la explicazioni
de questo abraccio tan liberal
Si no al momenti
questi pendeji
senza pelleji, senza pelleji
se quedará
(Trio concertante)
Antonina+Rafaello: Ya la metimos, nos ha sorprenduto
Bonifacio: subito darmi
Antonina+Rafaello: E come un brutto nos castigará
Bonifacio: la explicazioni
Antonina+Rafaello: ma taci taci, e il mio (suo) fratello
Bonifacio: de questo abraccio
Antonina+Rafaello: un gran camelo se llevará
Bonifacio:
tan liberal
Subito darmi... etc.
(Suenan pasos)
Antonina: ¡Silenzio!, il mio marito
Rafaello: ¿Sará mi papaíto?
Antonina: No
(Entra el Conde con su uniforme de guerra)
Rafaello: ¡Ah, que figurone!
Bonifacio: T’ispanta il morrione...
Salvador:
Io sono il propio
que flor de opio
Antonina: El verte así me aterra
Salvador: perché parto a la guerra
Antonina: ¿a la guerra?
Rafaello: ¡a la guerra!
Bonifacio: ¡a la guerra!
Salvador: Sí, a la guerra
Los cuatro:
Mambrú se fue a la guerra
lirondón lirondón lirondella
Mambrú se fue a la guerra
no sé cuando vendrá
Bonifacio: (al Conde) Aspetate...
Salvador: ¿Qué?... parlate
Bonifacio: ... e un secreto ...
Salvador: rivelate
Bonifacio: escuchate...
Salvador:
(a la Condesa y al peregrino) ...retirate...
(a Bonifacio) e tú, explicate.
Rafaello: Io temo
Antonina: Al fin vedremo
Bonifacio:
Al peregrino osato
mia madre lo ha abracciato
Salvador: ¿e certo?
Bonifacio: ha un momento
Salvador: facciamo un escarmiento
Antonina+Rafaello: ¡Ay mi late troppo il cuore!
Salvador: ¿ma con qué la morte dargli a quel briganti?
Bonifacio: Administrarle una copa de espumante... convidargli
Salvador: ...giá comprendo...
Bonifacio: llamemos a Rosendo
(Entra Rosendo con una bandeja y dos copas)
Relator (en off): Los cortesanos de Francisco I ven postergados sus planes. El oscuro personaje ha desaparecido de las Indias y todavía no apareció en ninguna otra parte. Segismundo Freud sigue dando conferencias en Viena aunque planea un viaje a Cremona. Un extraño espadachín flamenco ha mantenido secretas conversaciones con Francisco I, pero Rafaello no puede ser porque está en Sevilla. Thales de Mileto sigue negándose a concurrir a la corte de Francia. La ira y el tedio del rey crecen día a día. Los cortesanos deben entretenerlo mientras no se concretan sus designios. A tal fin, conducen ante el monarca un grupo de juglares, sorprendidos haciendo las delicias de ciertos mercaderes trashumantes, que trasladan un extraño cargamento desde Andalucía a los Países Bajos. Al principio, los juglares no se atreven a verter el contenido de sus lascivas coplas ante el soberano, pero son obligados a hacerlo. Temen ser castigados por la procacidad de sus cantares, mas deben actuar por fuerza. Por lo tanto, han elegido para su presentación frente al rey, dos canciones levemente obscenas, que ya le brindan.
(Francisco I está recostado. Frente a él, los juglares le interpretan sus canciones)
Juglar:
En mi pieza hay una cama
que la llamo del olvido
por dar consuelo a mi drama
cuando estoy muy abatido.
Si de las penas la hiel,
me acorrala con su acecho,
recuerdo el refrán aquel
que decía: A lo hecho, lecho.
Mi cama disipa el luto
que tortúrame y agita
cuando en ella lo discuto
con alguna señorita.
Cama me hiciste sentir
que si no quiero amargarme,
antes de irme a dormir
es muy útil acostarme.
(Atacan inmediatamente la segunda canción)
Juglar:
Si te veo junto al mar, hondo y bello
yo deseo acariciar tu ca...mbiemos de conversación
trala la la la, tra la la la la, trala la la la la la.
Cuando agitas con gran arte la mantilla
me incitas a besarte la me...jor otra conversación
trala la la la, tra la la la la, trala la la la la la.
Yo quisiera que permitas por contraste
que te diera palmaditas en el tra...aaa...
trala la la la, tra la la la la, trala la la la la la.
(Los juglares salen corriendo)
Relator (en vivo): Las influencias que ha movilizado el rey de Francia para enemistar al filósofo con las autoridades de Grecia dieron resultado por fin.
(Pasa Thales de Mileto corriendo desesperado) No serían ajenos a tales manejos cierto corsario de Mauritania que trata de congraciarse con Francisco I y el oscuro personaje, sorpresivamente reaparecido en una concurrida vinería del Pireo. Thales es perseguido, sus teorías proscriptas, pese a todo sus discípulos continúan la difusión de sus trabajos a despecho del enorme riesgo que ello significa.
CORO:
a paralela a b,
b paralela a c,
a paralela a b, paralela a c, paralela a d
OP es a PQ
MN es a NT
OP es a PQ como MN es a NT
a paralela a b,
b paralela a c
OP es a PQ como MN es a NT
La bisectriz yo trazaré
y a cuatro planos intersectaré
Una igualdad yo encontraré:
OP más PQ es igual a ST
Usaré la hipotenusa
Ay no te compliques, nadie la usa
Trazaré, pues, un cateto
Yo no me meto, yo no me meto.
Triángulo, tetrágono, pentágono, hexágono,
heptágono, octógono, son todos polígonos
Seno, coseno, tangente y secante,
y la cosecante, y la cotangente
Thales, Thales de Mileto
Thales, Thales de Mileto
Que es lo que queríamos demostrar.
Quesque loqueloque queriqueri amos
demos demos demostrar
Relator (en off): Sevilla. En el castillo del Conde Salvador la tragedia se precipita. Antonina no se atreve a confesar al Conde que Rafaello es hijo de ella.... natural. El noble, cegado por el furor homicida, solo piensa en la venganza. Bonifacio deberá verter el veneno en la copa de vino. No sospecha el noble, que su hijo comprendió mal las instrucciones y se dispone a envenenar la magnesia. El peregrino, que no es otro que Rafaello, no el de Cremona, sino otro, sospecha que algo se trama en contra suya y piensa precipitadamente en comunicarse con un enviado secreto de Guillermo de Orange, precisamente el peregrino de Flandes, que parecía provenir de Cremona pero que verdaderamente resultó ser originario de Flandes. En esos momentos fallece el viejo Amati, víctima del dolor, y antes de que el profesor Freud pudiera arribar a Cremona. Simultáneamente, en un naufragio organizado por el Oscuro Personaje, perece el hijo adoptivo de Amati, quien no era otro que el jefe de los mercaderes trashumantes que se dirigían a los Países Bajos. Enterado el Oscuro Personaje, por boca de un viejo alabardero del rey de Francia que el hijastro de Amati era el heredero del sultanato de Irán, no tiene otra alternativa que inmolarse en el harakiri ritual de sus mayores. Rafaello de Cremona se ha retirado, a todo esto, de sus actividades de conspirador y vive apaciblemente en una villa cercana a Roma, rodeado por el reconocimiento de sus semejantes. Al mismo tiempo que el naufragio ocurre, y ominosamente a veces la vida real supera las ficciones más estrafalarias, el Juez de paz sevillano fallece, víctima de un extraño mal, invocando en su agonía con desesperación, a Antonio Stradivarius. En Viena, Segismundo Freud sigue dando conferencias pero su fama declina ostensiblemente y sus misteriosas teorías van cayendo en el olvido. Por el contrario el Corsario Negro no da abasto. Mientras esto sucede, los cuatro juglares han logrado vender el primer millón de códices, conteniendo las canciones levemente obscenas, Francisco I los condecora... y muere. El Corsario de Mauritania no es otro que el Corsario Negro. En Sevilla, en el castillo del Conde, el enigmático Rosendo espera los acontecimientos. El Conde Salvador ya no recuerda su misión guerrera al Levante, que en verdad es una misión de paz y acercamiento a las Indias Occidentales. Solo ansía dar muerte al peregrino. No sospecha el noble que un raro y trágico encadenamiento de sucesos se avecina.
Salvador:
Ofrezco este buen vino
a questo peregrino
Antonina: Infame ¿qué facete?
Salvador: ya lo vedrai... (al peregrino) bevete
Rafaello: mi sento algo escamato
Bonifacio: ben pronto habrá espirato
Salvador:
Bebed di questa copa
ilustre peregrino
bebed sin aprenzione
bebed...
Bonifacio: ... bebed...
Salvador+Bonifacio: bebió, bebió
Antonina: Mentecato, veneno bebiste
Rafaello: Maledetta, ¿perché no me lo dijiste?
Antonina:
Toma, toma, magnesia purgante
y el veneno del corpo saldrá
Rafaello: dame, dame...
Antonina: toma, toma...
Antonina+Rafaello:
y el veneno lanzato sará
lanzato sará, lanzato sará
Salvador: La magnesia m’ho bevuto
Bonifacio:
¡La magnesia! Sei perduto
¡En su fondo conteneva la menesunda!
Antonina+Rafaello: ¡Cielo!
Salvador:
¡Ah! Ya siento de la morte
sopra mi testa il braccio
Bonifacio: ¡Ay, padre!
Salvador: ¡Bonifacio!
Antonina+Rafaello: ¡Signori!
Salvador: ¡Ahhhhh!
(Salvador cae muerto)
Antonina+Rafaello: ¡Crepó!
(Los tres entonan una canción fúnebre)
Bonifacio: (abalanzándose sobre Rafaello) ¡Venganza contra il pérfido!
Antonina:
Detente per pietá
e un altro figlio mío
Bonifacio: ¡mi hermano!
Rafaello: E veritá
Bonifacio+Rafaello:
Somos hermanitos
somos hermanitos
somos hermanitos
¡qué barbaridad!
Antonina:
Ascoltami un momento
voy a contarte un cuento:
Una infeliz giornata
mientras tranquila dormía
me sorprendió un pirata
y me hizo una porquería
Tu sei la amarga fruta (señalando a Rafaello)
di quella trapatiesta
e al verme assai perduta
il morto me desposó
¡Ah!
Rafaello: ¡Eh!
Bonifacio: ¡Ih!
Salvador: (desde el suelo) ¡Oh!
(Los personajes no dan crédito a sus oídos y repiten lo anterior)
Antonina: ¡Ah!
Rafaello: ¡Eh!
Bonifacio: ¡Ih!
Salvador: (reincorporándose)
¡Oh!
¡Poco a poco!
Los tres: ¡Vivo!
Salvador:
certo...
Escuché tu relazione
y en verdad hay confesione
que resucitan a un muerto
Io sono il pirata
il padre inhumano
io sono il pirata
que te deshonró
Bonifacio:
si viene per plata
il nuovo fratello
valiente camelo, valiente camelo
se lleva il bribón
(Cuarteto concertante)
Antonina: Io sono dichosa, etc...
Rafaello: Io sono dichoso, etc...
Salvador: io sono il pirata, etc...
Bonifacio: si viene per plata, etc...
Salvador:
Io sono un padre amante
venite a miei braccio
Rafaello, Bonifacio
y tu ponte ahí delante
(Se ubican los cuatro en una estampa familiar)
CORO:
Ya siamo tutti junti
tengamo una expansioni
andiamo a un bodegoni
ravioles a mangiar
Andian tutti in formazion
andian tutti a manducar
que al final de la función
ya vedrem qui pagará
Relator (en vivo): El gobierno de Grecia ha rehabilitado públicamente a Thales de Mileto y su teorema es de enseñanza obligatoria en todos los colegios de Esparta y en algunos de Atenas.